Construir culturas de aprendizaje que impulsen la actividad de nuestras organizaciones es una propuesta de McKinsey, que pone el dedo en la yaga: la mayoría de las formaciones en la empresa no funcionan, ya que aprender es una habilidad en sí misma a desarrollar.
Los protagonistas Diane Brady con Elizabeth Young McNally y Matthew Smith analizan en este podcast cómo las organizaciones pueden crear una cultura de aprendizaje. Su tesis propone, antes de lanzar ambiciosos programas formativos en la compañía, pararse a pensar si no sería beneficioso desarrollar primero la capacidad de aprender en la persona así como propiciar una cultura de aprendizaje en la plantilla. Se trata de abonar el terreno antes de sembrar.
Aprender a aprender
Cuando se aprende a aprender, además de incrementar la capacidad de la persona de mejorar, la hace más adaptable a los cambios. En la conversación Matthew Smith desgrana los pilares en los que apoyarse para lograrlo:
- Crear objetivos concretos para el aprendizaje.
- Reflexionar sobre lo aprendido, es decir dar cuenta de qué se ha aprendido.
- Compartirlo con compañeros y amigos, no solo el resultado sino el proceso mismo.
- Pedir ayuda para recibir feedback o ser mentorizado.
A lo largo del podcast, se va entendiendo cómo las organizaciones tienen un rol fundamental a la hora de propiciar la cultura del aprendizaje. Se trata de diseñar la estrategia de planes de desarrollo con una visión a largo plazo. Debe darse espacio para compartir experiencias, aprendizajes y necesidades, y crear un marco de soporte “psicológico” para que los trabajadores se abran y expresen sin miedo a prejuicios o a ser etiquetados.
En este sentido es ideal que los trabajadores participen del diseño de su propio plan de desarrollo, tutorizados por una persona experta que a su vez es ayudada de sistemas automáticos de predicción. Y debe afectar a toda la compañía, sin importar la posición.
De hecho, la dirección debe participar y estar completamente convencida de la necesidad de esta mentalidad de aprendizaje continuo, ya que pueden resultar ejemplos muy inspiradores para el resto de miembros de la organización.
Esta cultura del aprendizaje en la empresa va ligada a una cualidad que ya hemos tratado en este otro artículo: la de compañía adaptable, que vive la transformación como algo continuo y de ese modo está en constante cambio y crecimiento. Parece claro que se retroalimentan una a otra. De forma que aprendizaje y cambio aportan una gran ventaja competitiva.
Por último, en la entrevista también se hace referencia a la importancia de elegir las habilidades críticas para la compañía en el futuro, tema del que también hemos hablado con anterioridad en el siguiente artículo. Según datos de McKinsey, extraídos de un estudio interno realizado por ellos mismos, resultan escalofriantes:
- El 90 por ciento de las compañías creen que su plantilla no tiene en la actualidad las habilidades que van a necesitar en los próximos años.
- Solo el 16 por ciento se sienten preparadas para cubrir la necesidad de formación prevista.
- El 60 por ciento de las organizaciones creen que sus planes de formación y desarrollo no están relacionados con la estrategia global de la compañía, poniendo de manifiesto la falta de importancia que se le da a la formación a nivel ejecutivo.
Estos datos representan un escenario donde resulta crucial que la formación forme parte de la estrategia global de la compañía, y para ello el primer paso es crear la mentalidad y la cultura de aprendizaje continuo.
Conversaciones valiosas
Esta reflexión ha sido preparada a partir del análisis de McKinsey & Company:
Building a learning culture that drives business forward.
Diane Brady es editora senior en McKinsey Global Publishing. Matthew Smith es el CLO (chief learning officer) de McKinsey y Elizabeth Young McNally la líder global de la McKinsey Academy.